Mateo 18

Jesús con los niños, por Carl Heinrich Bloch

El Capítulo 18 del Evangelio de Mateo contiene el cuarto de los cinco discursos de Mateo, también llamado el Discurso sobre la Iglesia o el discurso eclesiástico.[1][2]​ En él se compara "el mayor en el Reino de los Cielos" con un niño, y también incluye las parábolas de la oveja perdida y el siervo que no perdona, la segunda de las cuales también se refiere al Reino de los Cielos. El tema general del discurso es la anticipación de una futura comunidad de seguidores, y el papel de sus apóstoles en dirigirla.[3][4]

Dale Allison afirma que este capítulo ofrece "Instrucciones para la Iglesia".[2]​ Dirigiéndose a sus apóstoles en Mateo 18:18, Jesús afirma: "todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo". El discurso subraya la importancia de la humildad y la abnegación como virtudes elevadas dentro de la comunidad prevista. Enseña que en el Reino de Dios, lo que importa es la humildad infantil, no la prominencia social ni la influencia.[3][4]

  1. Jensen, 1998, pp. 25, 158.
  2. a b Allison, 2007, p. 867.
  3. a b Chouinard, 1997, p. 321.
  4. a b Toussaint, 2005, pp. 215-216.

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